Si voy a llevar esta falda”, dice Lawrence, riéndose, señalando a la falda blanca que lleva, “no puedo meter nada más en mi estómago”. Cuando el camarero señala el poco aporte calórico del plan, Lawrenceinterviene. “No es un asunto de peso. Créeme. ¡Apenas puedo entrar en la ropa!”
Entonces se gira a su acompañante. “Así que, acabo de comer lasaña”, dice en broma. “¿Qué me has traído?”
Hay una refrescante falta de pretensión en Lawrence, evidente en el mismo momento en que la conoces y confiesa que su iPhone se burla de ella, su aplicación Siri llamándola “Meredith” cada vez que hace una pregunta. Pero eso es trivial comparado con el desdén que la joven de 22 años, nativa de Kentucky, quien acaba de recibir su segunda nominación a Mejor Actriz en los Oscar con su actuación en “Silver Linings Playbook“, siente hacia el sentido de “obligación” que es endémico en la industria del cine. También es muy consciente de la influencia que tiene en las chicas jóvenes, particularmente ahora que interpreta a la fuerte heroína y dueña de sí misma Katniss Everdeen en las adaptaciones cinematográficas de la trilogía para adolescentes deSuzanne Collins, que comenzó con “Los Juegos del Hambre“.
“Yo también fui una adolescente – difícil de creer, ¿eh? – y recuerdo leer revistas y tabloides”, dice Lawrence. “No creo que los medios de comunicación se den cuenta de lo mucho que glorifican la anorexia. Tienes una actriz que pierde una cantidad de peso para un papel y explica cómo lo ha hecho. “Sólo como una uva al día y he perdido 11 kilos, estuve peligrosamente baja de peso y ahora me dan premios”.”
“Con Katniss, nunca quise hacer algo grande al respecto. Era importante que fuese fuerte y una luchadora, en lugar de estar consumida, especialmente cuando, sin dudas, va a ser un modelo a seguir para muchas jóvenes. Pensé que sería mejor para ellas decir, “Podría parecerme e a Katniss“, en lugar de “Nunca podré parecerme a ella si sigo comiendo”.”
Poco después de haber firmado para interpretar a Tiffany, la obstinada joven viuda en “Silver Linings Playbook“, quien se enamora de un hombre que acaba de salir de un centro de salud mental, Lawrencedescubrió que había encontrado un alma gemela en el guionista y director David O. Russell, cuya contundente honestidad la encantó en cada giro que daba. Podía estar en mitad de una escena, hablando a toda velocidad en un monólogo, y escuchar a Russell gemir en el monitor, soltando comentarios continuos entre líneas en plan, “Ooohh… Eso está mal. Oh Dios… Uuuuuuh”. Lawrence paraba y le preguntaba, “¿Quieres que vuelva a hacerlo?” Y Russell respondía, “¡Oh Dios, sí!”
“Es muy divertido para mí, especialmente tras trabajar en Hollywood donde todo el mundo mira de puntillas a los actores y a sus sentimientos”, dice Lawrence. “Todos hacemos lo mismo. Todos estamos haciendo una película. Cortemos el… No me digas qué estoy haciendo bien. Dime que estoy haciendo mal, para poder arreglarlo. Vengo de una familia de deportistas, así que respondo mejor a ese aporte”.
Parece que todo el equipo respondió bien a es vibración en el set. La película ha recibido un total de ocho nominaciones al Oscar, incluyendo nominaciones a la cinta, a Russell por escribir y dirigir, una para Bradley Cooper, Robert de Niro y Jacki Weaver, y una por la edición.
Russell, cuando le preguntaron por Lawrence, quien hizo la audición vía Skype desde la casa de sus padres en Louisville, responde, interesantemente, con una analogía deportiva, comparando la falta de esfuerzo de Lawrence con el gran Joe DiMaggio de los New York Yankees.
“Es una atleta natural genial”, dice Russell. “No es una neurótica. Está muy cómoda en su propia piel y tiene mucha presencia. Harvey(Weinstein, cuya compañía ha financiado la película), estaba muy inseguro por ella por su edad. Pero para mí, no tiene edad”.
Cooper también elige el tema de la edad.
“Es como si tuviese 10 y 40 al mismo tiempo”, dice Cooper. “Puede estar bromeando por ahí, y pensar que no está prestando atención realmente. Entonces se convierte en una especie de láser instantáneo y hace algo mágico”.
Tiffany es, como Katniss, una joven poderosa, pero también tiene defectos y está herida. Ha cometido errores, y continúa haciéndolo. Pero ella ha hecho las paces con sus imperfecciones e intenta persuadir al protagonista bipolar de Cooper para que haga lo mismo.
Lawrence llama a su colaboración con Russell, “la mejor experiencia” de su vida, una evaluación apoyada del mismo modo en que sus padres reaccionaron ante la película cuando la vieron en el Festival Internacional de cine de Toronto en Septiembre. Lawrence se encontró con ellos después de que terminase la película e inmediatamente se dio cuenta de que su padre, un hombre al que nunca ha visto llorar, estaba “cubierto de lágrimas”. Así que, de acuerdo a su padre, al menos, Lawrence gritó delante de todos, “¡Papá, estás llorando!”, una “traición” de la que todavía la culpa.
“Viendo eso, especialmente sabiendo a cuánto han renunciado mis padres por mí, significó mucho”, dice Lawrence. “Renunciaron a sus amigos, a sus bienes para que yo pudiese actuar. Así que, que les guste lo que hago reduce la culpabilidad, supongo”. Tan bueno como es tener reconocimiento por sus compañeros, la aprobación de tus padres significa lo más. Probablemente siempre será así”.
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